Plasmar en papel rápidamente lo que mi imaginación humana genera antes de que se difumine en otros pensamientos. A veces ya lo tenía pensado, otras aparece viendo una foto, o tal vez escuchando lo que el coleccionista me transmite.
Un seguimiento del proceso..
Un proceso creativo acompañado por el coleccionista en el desarrollo de la obra de arte a cada paso, viendo como crece de la nada.
El ego del artista...
Sin ego artístico, no hay arte, pero es más importante el desapego, que lo que el artista crea termine en manos de quien lo va a valorar más que el creador de la obra.
Que llegue bien a su destino.
Mis trabajos son tan importantes para mi que los embalo personalmente. Que llegue en perfectas condiciones es el colofón al esfuerzo y la ilusión que pusimos en el proyecto.